Allah dice: "Te he formado para Mí mismo".
En Su inmensa sabiduría, Allah quiso que Sus profetas y Sus santos fueran un reflejo de Su orden. Hizo de sus vidas una alusión que guía a los corazones puros hacia las emanaciones de Su conocimiento. Nada escapa a Su poder absoluto, ni siquiera el destino: ese mismo destino que hizo de un joven huérfano el señor de los dos mundos, el cristal de la gnosis, Sayyiduna Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él).
Los santos de la comunidad muhammadiana están sobre el corazón del Mensajero de Allah, lo que significa que sus vidas y sus estados siguen el ejemplo profético. Nuestro shaykh, Sayyidí Mohamed Fawzi al-Karkarí (que Allah santifique su secreto) suele decir: "Antes de leer una obra, ¡conoce primero a su autor!".
Por ello, te invitamos a descubrir la vida de un hombre que, tras haberse ausentado en la Presencia Santa, se dedica a purificar los corazones hasta que sean atravesados por las luces preeternas. Y no fueron sino el amor y la pasión los que lo convirtieron en el forjador de corazones.
Toma esta biografía como una guía que conduce al conocimiento divino.